viernes, 27 de febrero de 2015

Buenas NOTICIAS !!! e.dent odontologia - Clinica dental Valencia



Queridos pacientes, hoy 

tenemos una buena noticia

para todos !!!




Ya tenemos instalado en el BOX 3 de vuestra clínica e.dent, un nuevo sillón con la más moderna tecnología para mejorar, aún más, el servicio que os prestamos.



Todo esto, no sería posible sin vosotros y vuestra confianza depositada en nuestra actitud y trabajo.


GRACIAS A TODOS !!!


e.dent odontologia, PERSONALIZAMOS SONRISAS !!!



 




viernes, 20 de febrero de 2015

La falta de vitaminas puede demostrarse en las encías


Las encías y los dientes mantienen una relación muy estrecha. 

Ese tejido es responsable de apoyar y sentar una base fuerte para las piezas dentales, además de protegerlas contra las bacterias. 

Cualquier problema en las encías puede afectar gravemente la salud de la boca en general, y por lo tanto hay que prestar atención especial a esa parte. 

Algunas señales, como el cambio en el color de la encía o el sangrado, deben ser evaluadas por un dentista. Si no son tratadas, estas molestias pueden conllevar complicaciones más graves.

Ya se sabe que la mejor manera de evitar las enfermedades bucales es la prevención. En cuanto a las encías, la alimentación adecuada tiene un papel importante para mantenerlas saludables. Existen nutrientes cuya participación en la formación y salud de los dientes y las encías es fundamental. Entre ellos se encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, la vitamina A y las vitaminas del grupo B.

Estos nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son indispensables en la dieta de cualquier franja etaria. Acá te aclaramos los beneficios de estas vitaminas para la salud de la boca.

Vitamina E

Esta vitamina es popularmente utilizada por dentistas para tratar diversos problemas orales, y puede ser uno de los principales suplementos para unas encías sanas. La aplicación de aceite de vitamina E en la zona afectada, por ejemplo, puede aliviar el dolor y mejorar el aspecto de las encías cuándo están dañadas. La vitamina E puede ser encontrada en el aceite de germen de trigo y el aceite vegetal no refinado. También es antioxidante y ayuda a proteger contra la enfermedad de las encías.

Vitamina D

Esta vitamina tiene una importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental, ya que facilita la absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso. Así, al consumir de manera adecuada la vitamina D, aseguramos unas encías más fuertes y preparadas para resistir a las bacterias. La vitamina D se encuentra en el pescado azul, el aceite de hígado de pescado, la margarina, los huevos, la leche y los productos lácteos. Una parte de esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños.

Vitamina C

La vitamina C juega un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de la salud de los dientes y las encías, pues interviene en la síntesis de colágeno de las encías y del resto del organismo. El colágeno es necesario en la formación de la piel, los músculos, los vasos, los órganos internos, entre otros. Su función es fundamental en los procesos de reparación y cicatrización de estos tejidos. Además, interviene en la formación de cartílago, tendones, huesos y dientes, favoreciendo la adecuada formación de material osteoide y la función de los osteoblastos. Por otro lado, la vitamina C protege la integridad de los vasos sanguíneos, manteniendo su adecuada permeabilidad, con lo que a nivel del periodonto protege de los ataques bacterianos. La vitamina C se encuentra en las frutas conocidas, como cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.); kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.

viernes, 13 de febrero de 2015

Los implantes dentales suponen una nueva herramienta para la identificación de cadáveres carbonizados



Investigadores de la Universidad Europea han descubierto que los implantes dentales pueden ser eficaces para identificar un cadáver carbonizado, y es que son tratamientos cada vez más frecuentes en la población en general y por ello es posible comparar datos de las historias clínicas de las víctimas con los que se obtienen del estudio del cadáver, para llegar a la identificación.

Según señalan los científicos, cuando grandes catástrofes caracterizadas por presentar un número elevado de víctimas se producen por altas temperaturas es frecuente encontrar restos que presentan graves alteraciones que complican su identificación mediante las técnicas forenses habituales, como es el estudio de las huellas dactilares.
Por ese motivo, aseguran que la Odontología forense "puede aportar información necesaria para determinar la identidad de los sujetos con la misma efectividad que una prueba de ADN", ya que las estructuras dentales y los materiales más usados en las restauraciones odontológicas presentan una alta resistencia a las agresiones térmicas y son únicas en cada persona.
Las doctoras Margarita Gómez y Ana Suárez, directoras de los Departamentos de Odontología Infantil y Odontología Adultos de la Universidad Europea de Madrid, destacan que los implantes dentales "son capaces de soportar temperaturas muy elevadas y ser reconocibles e identificables", estando su punto de fusión en los 1650 grados centígrados si son de titanio y en 1850 grados centígrados (ºC) si son de zirconio, "lo cual permite la identificación gracias al cotejo de datos y registros, como las radiografías, obtenidos antes del fallecimiento".
Estas expertas afirman que a través de la investigación se ha detectado que "no se observan cambios morfológicos en los implantes a nivel radiográfico ni a nivel macroscópico tras someterlos durante una hora a temperaturas de 200º, 400º y 800 ºC". Así, el resultado de la investigación "ha permitido la identificación de los implantes dentales mediante radiografías periapicales".
"Seguimos trabajando para perfeccionar la metodología de comparación de radiografías antes y después del fallecimiento y actualmente estamos investigando con las radiografías de los tratamientos endodónticos para la identificación de este tipo de víctimas con muy buenos resultados y esperamos que pronto podamos difundir la información", apuntan las especialistas.

sábado, 7 de febrero de 2015

Maloclusión dental, mucho más que un problema estético

Las malposiciones o maloclusiones que afectan sólo los dientes son llamadas maloclusiones dentarias. En ellas los dientes están apiñados, desalineados, torcidos o separados. 

Las que afectan a los maxilares se llaman maloclusiones esqueletales donde existe diferencia entre el tamaño o la posición de un maxilar con respecto al otro (maxilar vs. mandíbula). 
Una persona puede tener uno o los dos tipos de maloclusión y, dependiendo de la severidad del caso, el ortodoncista determinará cuándo se debe empezar un tratamiento ortodóncico, qué tipo de aparatos se necesitan y la duración del mismo.
Los dientes pueden estar en distintas posiciones cuando salen de la oclusión normal. Pueden estar apiñados, cruzados, separados y puede haber exceso de dientes (dientes supernumerarios), ausencia de ellos (ausencias congénitas) o pueden estar retenidos (que no han podido salir). En la ortodoncia básicamente existen tres grupos de maloclusiones, las cuales pueden presentar las características antes nombradas. Estos grupos son: Clase l, Clase II y Clase III. Cada una de ellas deberá ser tratada de una manera distinta.
Clase l: Es la más frecuente de todas. Las maloclusiones de este tipo se observan cuando los maxilares están bien alineados pero los dientes no engranan bien. Pueden haber dientes demasiado grandes o demasiado pequeños para los maxilares, lo cual dificultará la masticación, facilitará la aparición de caries y enfermedades de las encías (sangramiento, etc.) y a veces afectará la apariencia personal.
Clase II: A este grupo pertenecen la mayoría de los que tienen los “dientes salidos” o protruídos. Puede ocurrir cuando el maxilar superior crece más de lo normal y se ve sobresalido o cuando la mandíbula es deficiente, o sea no ha crecido lo suficiente. En pacientes adultos, una deficiencia mandibular muy grande puede requerir cirugía.
Clase III: Es la menos común de las maloclusiones. La mandíbula luce más salida o protruída que el resto de la cara pero también puede deberse a una deficiencia en el crecimiento del maxilar superior. Muchos casos en niños pueden ser tratados con relativo éxito, pero algunos de ellos requerirán de un tratamiento combinado de ortodoncia con cirugía para su corrección adecuada.

Otros de los problemas más comunes que pueden verse en cualquier maloclusión son: 
✓ Mordida cruzada: Uno o más dientes, ya sea de los anteriores o de los molares, pueden estar en una relación invertida con su antagonista. 
✓ Mordida abierta: Cuando no pueden chocarse los bordes de los dientes de adelante, a pesar de que los molares si hacen contacto. Es muy común en los succionadores de dedo y en los respiradores bucales. 
✓ Mordida profunda: Los dientes superiores cubren demasiado a los dientes inferiores, llegando en algunos casos a contactar con la encía del paladar al masticar e inhibiendo el crecimiento normal de la mandíbula en pacientes jóvenes. Esta condición puede inclusive causar lesiones.