Bernardino Landete Aragó (Valencia, 1879 - Madrid, 1968)
Fue un médico y científico español considerado el pionero de la estomatología española y creador de la cirugía oral o maxilofacial en España.
En 1902 se licencia con Sobresaliente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y se doctora en 1903, también con Sobresaliente, en la Madrid. Sus primeros inicios como médico de Sanidad de la Armada (por oposición, 1903) y como médico de la Beneficencia Municipal de Madrid (por oposición, 1904), fueron en el terreno de la otorrinolaringología, siendo en 1904 el primer médico en obtener el título de odontólogo y dedicándose enseguida a la cirugía maxilofacial. En 1905 es nombrado profesor jefe del servicio de Estomatología del Instituto Rubio y de 1907 a 1912 es profesor del departamento de Odontología de la Facultad de Medicina de Madrid. Con un severo caso de desfiguración facial resuelto con su habilidad quirúrgica, se presenta en IV Congreso Dental Español celebrado en 1907 en Valencia, donde también inicia con Álvaro Chornet la que será una fructífera colaboración en torno al uso de la anestesia. En 1911 interrumpe la docencia pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar Prótesis Quirúrgica en Dresde, Londres y París. Con la creación en 1914 de la Escuela de Odontología de Madrid, su carrera pedagógica y académica se verá definitivamente ligada a esta institución adscrita a la Facultad de Medicina. La cátedra que ganó en el momento de crearse la Escuela fue la de Prótesis Dental. Otras tres cátedras fueron ganadas por Florestán Aguilar, Juan Mañes y Pedro Mayoral Carpintero. En 1916 es llamado a colaborar en la magna obra en tres volúmenes impulsada por Gregorio Marañón y Teófilo Hernando Manual de Medicina Interna, asignándosele el primer capítulo titulado "Enfermedades de la boca".
Hasta la Guerra Civil, Landete practica novedosas intervenciones de cirugía maxilofacial e impulsa y aporta su visión médica a la Odontología presentando el fruto de sus investigaciones en congresos especializados. Muchos de estos trabajos serán realizados con la colaboración de Álvaro Chornet y Pedro Mayoral. También publica investigaciones y hallazgos en revistas como La Odontología y Odontología Clínica, dirigidas por Florestán Aguilar y él mismo respectivamente. Traduce al castellano, también en colaboración, diferentes aportaciones científicas europeas, se relaciona con personalidades de la odontología internacional y comienza a aplicar la radiología dental en España.
Hasta 1914, en España se venía produciendo una nítida separación histórica entre médicos y dentistas. Al crearse entonces la Escuela de Odontología, para obtener la titulación era necesario superar los dos primeros cursos de Medicina (más tarde serían tres) y posteriormente otros dos cursos de formación específica, pero no se trataba de una licenciatura.
Las diferentes concepciones sobre la reforma que se puso en marcha de la odontología en España llevaron a un distanciamiento de posiciones y antagonismo personal entre los catedráticos Bernardino Landete y Florestán Aguilar, creándose una auténtica división en la profesión. Aguilar defendía que los dentistas debían tener su propia formación académica separados de los médicos. Por su parte, Landete se mostró siempre partidario de que la Odontología formara parte, como una rama más, de la Medicina, defendiendo su postura desde la Federación Estomatológica Española, de la cual fue presidente desde su fundación en 1913.
Con la instauración de la Segunda República, Landete conseguirá imponer su tesis y dejar así reformada y definida académicamente la disciplina médico-dental. Toma posesión en 1932 de la asignatura de Odontología en la Escuela de Odontología de Madrid y en febrero de 1935 es nombrado director de la Escuela. Desde su puesto, y avalado por su amplia formación, lideró el cambio que se había de operar en su área profesional y científica, siendo partidario de la doble condición dentista-médico. “Los odontólogos —afirma— sacaron la odontología de la calle y la metieron en los gabinetes dentales para salvar dientes. Nosotros, los estomatólogos, la hemos introducido en los hospitales y salvamos vidas”.
Hombre de ideología republicana, se encontró en la larga lista de científicos, intelectuales y simples ciudadanos españoles cogidos entre dos fuegos al estallar la Guerra Civil. Amenazado en Madrid por extremistas de izquierdas, practicó la cirugía de retaguardia en Colmenarejo al principio de la contienda y terminaría refugiándose en Valencia. Aunque finalizada la guerra intentara reanudar su actividad universitaria, su ideología y el trasfondo político del pasado enfrentamiento (de republicanos contra monárquicos) en la pugna profesional con el doctor Aguilar acabarían pasándole factura en forma de expediente disciplinario.
El juez instructor Fernando Enríquez de Salamanca propuso al ministro Ibáñez Martín la separación definitiva del servicio al catedrático de la Escuela de Odontología de la Facultad de Medicina de Madrid. El 16 de enero de 1946 fue resuelto el expediente de depuración que le condenaría al abandono de su actividad universitaria.
Poco a poco fue interviniendo en actos profesionales y pronunciando conferencias, incluso en la Escuela de Estomatología.
Diez años más tarde, en agosto de 1949, un oficio del director general de Enseñanza Universitaria, trasladado al rector y al decano, daba por resuelto el expediente administrativo de 1939 y le reintegraba a su cátedra con los haberes correspondientes a su escalafón. Al contar Landete con 70 años, la reparación le llega de manera honorífica justo antes de jubilarse el 12 de octubre de ese año. El 9 de diciembre de 1949, comenzaron los actos de un homenaje al catedrático con una misa presidida por el propio juez instructor del expediente de depuración y entonces decano de la Facultad de Medicina, Fernando Enríquez de Salamanca, en la capilla de la Escuela de Estomatología de la Ciudad Universitaria.
El catedrático no pudo volver a impartir clases. Sin embargo, la Escuela de Estomatología le invitaría a impartir una lección magistral y una sesión clínica. En 1954 se crean los "Premios Landete" destinados a a los tres trabajos más destacados sobre Prótesis Estomatológica.
Landete fallece El 14 de febrero de 1968 en Madrid. La Sociedad Española de Estomatología le rindió en su sede un "Homenaje póstumo en memoria del querido maestro profesor Bernardino Landete" el 22 de marzo de ese año. En la velada intervendrían destacados profesionales y amigos, muchos de ellos antiguos discípulos. Hoy aún se le recuerda con la plaza que lleva su nombre en Ruzafa, importante barrio junto al centro de Valencia, en donde hay instalado un relieve escultórico en perfil con sus rasgos faciales. Este relieve fue sufragado principalmente por el colectivo de odontólogos valencianos en los años veinte. En el ámbito académico, y con el nombre de Aula Bernardino Landete, se halla emplazado un activo espacio de encuentros y conferencias en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid. También con el nombre Landete Aragó fue creado un premio en la Facultad de Odontología de Madrid. Este galardón fue concedido, entre otros, al odontólogo Félix Rodríguez de la Fuente al graduarse en 1957.