Los dentistas tienen capacidad para
identificar en forma temprana a pacientes con VIH Sida en lesiones bucales,
además de la presencia de anticuerpos contra ese virus, señaló Enrique Acosta
Gío, del Laboratorio de Microbiología de la División de Estudios de Posgrado e
Investigación de la Facultad de Odontología (FO) de la UNAM en México.
Esta sería una contribución que podrían
hacer "para encontrar casos de infección no detectada previamente que, en
todo el mundo, podrían ser canalizados para recibir atención médica
oportuna". Sobre todo porque la mayoría de los portadores no saben que lo son
y son fuente de nuevos contagios, afirmó.
Informó que de acuerdo con encuestas, la
mayoría de los odontólogos tiene miedo de tratar a pacientes VIH positivos e,
inclusive, les han negado la atención y discriminado. Sin embargo, una visión
realista de los riesgos ocupacionales llevaría a tomar medidas de protección
esenciales y asegurar esta práctica.
Sobre todo si se considera que es un
profesional que debe participar en esfuerzos de salud pública, más allá de la
lucha contra la caries o padecimientos de las encías, como el VIH y
enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión o tabaquismo y, en
colaboración con el médico, intercambiar información y participar en su
control, opinó.
Se puede "involucrar al dentista en
el diagnóstico de la infección por VIH". Ello, enfatizó, porque cuando una
persona manifiesta el mal ya han pasado quizá años. En ese lapso, pudo
traspasarlo a otros y perder la oportunidad de acceder a un tratamiento
específico para evitar su desarrollo, como la terapia antirretroviral.
Esta situación ha permitido que su
identificación ya no sea una sentencia de muerte. Ahora, los aquejados que se
controlan pueden gozar de una vida plena y ser útiles a la sociedad, sin perder
su calidad de vida, apuntó.
La herramienta fundamental es la Prueba
Rápida Oral, una pequeña paleta con reactivos para hacer un diagnóstico de
infección por VIH en sólo 20 minutos, que utiliza muestras de fluido bucal,
explicó.
Para su funcionamiento, ese dispositivo,
capaz de detectar alrededor de 97 por ciento de los casos positivos, se coloca
entre los dientes y la cara interna de la mejilla y se pasa por toda la
superficie para recolectar una mezcla de saliva y líquido gingival, añadió.
Una vez saturada, se pasa a un
recipiente con una sustancia que por capilaridad sube y empuja a los agentes
biológicos hasta que aparecen dos bandas. Una prueba positiva marcará la línea
en la T (test) y la C (control); si sólo aparece en la C será negativa. Así,
"en cualquier consulta odontológica, de forma rutinaria, es posible identificar
a personas VIH positivas", adelantó.
Su uso fue aprobado recientemente en
México y recordó; cada instrumento tiene un costo aproximado de unos 10 €. No
son de venta libre, pues sólo se distribuirán entre profesionales,
particularmente entre aquellos que hayan recibido entrenamiento para su uso, y
estén dispuestos a ayudar a los pacientes y a impulsar los esfuerzos oficiales
para detener el Sida.
Se
debe llegar "con una intervención efectiva lo más pronto posible, porque
podrían estar en riesgo millones de vidas", refirió el universitario.
Abundó que en caso de que una persona
resulte "positivo preliminar" deberán realizarse reconocimientos
confirmatorios, como ELISA e Inmunoblot, antes de un diagnóstico definitivo. De
tal modo, el odontólogo no sólo deberá saber cómo ofrecer la prueba al
paciente, sino darle asesoría sobre el significado del resultado, los pasos a
seguir en caso de estar afectado y, desde luego, canalizarlo a los servicios
sanitarios donde, en su caso, pueda recibir terapia antirretroviral.
Ante ese panorama, la actitud de los
trabajadores de la salud debe modificarse, ser más abierta para atender a los
infectados o enfermos. En 2004, en Tailandia, detalló, un panel de expertos en
estomatología y bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud lanzó
la Declaración de Phuket, referente a la importancia de involucrar a los
dentistas en la lucha contra el Sida.
Los
puntos que contiene ese acuerdo señalan que los odontólogos, al revisar la
mucosa, pueden encontrar lesiones relacionadas con el mal y contribuir así a
formar una visión epidemiológica del problema; promover la investigación para
entender dichos daños; integrarse a los esfuerzos nacionales de lucha contra el
padecimiento a través de la detección de casos, puntualizó.
También
darles acceso a la salud y mejores servicios para que tengan una mejor calidad
de vida, así como desarrollar actitudes positivas para no segregar. "Es
nuestra convicción, aseguró, que si les enseñamos el control de infecciones no
van a discriminar a esos pacientes. Podrán sentirse seguros y procurarles los
tratamientos dentales habituales, amalgamas, incrustaciones o restauraciones
necesarias".
En este contexto, la FO en colaboración
con la Organización Panamericana de la Salud, ha lanzado un programa de
capacitación para que los especialistas del área conozcan todos los aspectos
del control de contagios, seguridad ocupacional y fundamentos del manejo del
enfermo VIH positivo, así como de las pruebas rápidas de diagnóstico.
Se trata del Simposio Internacional
"Integrando a la profesión dental en la lucha contra el VIH / SIDA",
que se llevará a cabo los días 4 y 5 de mayo en el World Trade Center de la
Ciudad de México.
Además de los odontólogos mexicanos, con
esta actividad se espera incidir, en particular, en la capacitación del
personal de la salud de Centroamérica y del Caribe, región del mundo con mayor
incidencia y prevalencia del mal, sólo después de África, donde se carece de la
infraestructura para enfrentar esta emergencia de salud pública.
Este encuentro está dirigido a
profesionales del área bucodental de práctica institucional y privada,
investigadores de la morbilidad bucal asociada con el VIH/Sida, líderes de la
educación odontológica, profesores, estudiantes y, en especial, administradores
de esta área.
En
el Simposio, organizado también por el Programa Internacional de Educación
sobre VIH/Sida de la Universidad Emory, en Atlanta; HIVdent y la
"Organization for Safety and Asepsis Procedures" (OSAP, de la cual el
propio universitario es director), contará con destacados conferenciantes
nacionales e internacionales.
."El odontólogo, finalizó, ya no es
sólo un profesional encerrado en su consultorio que restaura dientes dañados;
el futuro dentista debe ver nuevos horizontes y atender las nuevas demandas de
la población. Hay muchos pacientes especiales a los cuales se les debe respeto,
atención y calidad en el servicio. No es una labor altruista, sino una
obligación profesional".
Los puntos que contiene ese acuerdo señalan que los odontólogos, al revisar la mucosa, pueden encontrar lesiones relacionadas con el mal y contribuir así a formar una visión epidemiológica del problema; promover la investigación para entender dichos daños; integrarse a los esfuerzos nacionales de lucha contra el padecimiento a través de la detección de casos, puntualizó.
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