Te has visto alguna vez en una situación estresante, y sin darte cuenta ¡estas mordiéndote las uñas! Esta mala costumbre lleva por nombre Onicofagia, que además de producir un problema estético, produce un daño en nuestros dientes que no deberías dejar pasar.
Los efectos:
- Esta costumbre produce un desgaste en nuestros dientes, aumentando la sensibilidad por la pérdida del esmalte que los protege. En casos avanzados, puede provocar fracturas en alguno de tus dientes.
- Tienes más probabilidades de provocarte heridas y aumentar el riesgo de aftas o infecciones como el herpes labial.
- Al comerse las uñas, se provoca un choque constante entre los dientes, lo que produce un movimiento en la mordida que implica problemas para masticar.
- Las bacterias que contienen las uñas, fácilmente se alojan en nuestra boca generando problemas en nuestras encías y en las paredes internas de tu boca.
- Existe la posibilidad de desencadenar en nuestra mandíbula dolores articulares a causa del constante trabajo que realizamos al modernos las uñas.
Aquí unos consejos para dejar de comerte las uñas:
- Contar con gran fuerza de voluntad y autocontrol.
- Cubrir las uñas con sustancias amargas o esmaltes especiales, pero cuidado con acostumbrarte al sabor porque ya no serán efectivos.
- En los niños hay que manejarlo como algo que no tuviese demasiada importancia. No hay que retarlos ni castigarlos, sino que explicar que no está bien y que debe aprender a evitarlo.
- Ayudará mucho la realización de un deporte o yoga, cualquier actividad que logre hacer que te relajes y botes la ansiedad que descargas comiéndote las uñas.
- Si ninguno de estos consejos te ha dado resultado, puedes venir a vernos, ya que se puede hacer una funda que se pone entre los molares y premolares impidiendo que los incisivos se junten, logrando que no te puedas morder las uñas.
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