martes, 29 de julio de 2014

Per-Ingvar Branemark, padre de la implantología moderna

Todo aquel que tenga un implante dental en el mundo se lo debe, directa o indirectamente, a Per-Ingvar Branemark (Gotemburgo, Suecia, 1929). Él fue quien hace medio siglo descubrió que usando titanio para fijar las piezas a la mandíbula estas se mantenían y que el metal se fusionaba con el hueso (un proceso denominado osteointegración), y desarrolló la técnica quirúrgica para hacerlo de la manera que fuera lo más estable posible. 
Este trabajo le ha valido ser dos veces candidato al Nobel, y recibir este año el premio de investigación de la oficina de patentes de la UE a toda una vida de trabajo. 
Pregunta. ¿Cómo se le ocurrió usar titanio para esta técnica?
Respuesta. Yo estaba trabajando en otra cosa. En concreto, en la microcirculación sanguínea de la médula ósea. Para ello estaba desarrollando un sistema de microcámaras que tenía que introducir en el hueso de conejos, que era el animal con el que ensayábamos. Y un colega de la Universidad de Lund, donde yo estudié, me habló de un material nuevo que venía de Rusia y que él estaba probando para usarlo en prótesis de cadera, que era el titanio. Yo lo utilicé para colocar mis lentes en el fémur de los animales, al principio de la década de los cincuenta, y mi sorpresa fue que después de un tiempo no podía retirar el aparato porque se había pegado con el hueso.
P. Así que su descubrimiento puede catalogarse entre las casualidades de la ciencia como la penicilina o el marcapasos, porque no es algo que usted fuera buscando.
R. Efectivamente. Es lo que los ingleses llaman "serendipity" o casualidad. Fue puro azar, no fruto de un trabajo intelectual, pero era lo que mejor resultaba. Por supuesto que antes y después intenté trabajar con otros materiales para las prótesis dentales, pero no daban el mismo resultado. Tampoco esperaba encontrar algo mejor para eso. Mi colega era un profesional excelente, y siempre he hecho caso de lo que me ha aconsejado. La prueba está en que, actualmente, hay ya más de 10 millones de implantes dentales de titanio puestos en el mundo, y básicamente todas siguen las pautas que yo establecí hace medio siglo. De todas formas, el material era muy importante, pero la pregunta era por qué el organismo no lo rechazaba. Y esa es la parte que yo aporté, la técnica para realizar los implantes que asegura que van a ser aceptados.
P. Eso fue en 1952, pero los primeros implantes con su técnica no se pusieron hasta mediados los sesenta, ¿por qué?
R. Estuvimos durante 10 años haciendo pruebas con animales. No se podía ir y aplicarlo a personas tal cual. Además, ya había unas rudimentarias técnicas de implante que no daban muy buen resultado, y no queríamos que el nuestro fuera otro fracaso.
P. Para ensayar durante 10 años no pudo usar cobayas u otros animales pequeños, que no viven tanto. ¿Con qué experimentó?
R. No, claro. Para nuestros trabajos utilizamos perros. Eran de una raza especial, unos perros de caza muy inteligentes. Les pusimos los implantes y los cuidábamos en casa, vigilando lo que comían y lavándoles los dientes a diario. Eran como de la familia, como este de la foto [Branemark muestra un perrito blanco que sostiene en brazos en una imagen en blanco y negro]. Eran tan mansos que no necesitamos ni siquiera anestesia para ponerles los implantes. Bastaba con que les diera unas palmadas en la cabeza para que se tranquilizaran. Así pudimos ver que el titanio funciona, que no generaba rechazo, y que con el tiempo se integra en el hueso, lo que hacía que cada vez la sujeción fuera más segura.
P. A raíz de eso usted tiene un imperio con decenas de centros en el mundo.
R. No, qué va. En el mundo hay unos 13 centros Branemark - un par de ellos en España -, pero no son míos. Hay hasta uno en China. Son una especie de franquicia. Me pagan una cantidad simbólica al año. Llegaron a ser 20, pero con la crisis varios han cerrado. Eso sí, una vez al año nos reunimos, sobre todo para ver cómo está funcionando la técnica. Recopilamos los fallos y los estudiamos para que no vuelvan a suceder. Así garantizamos que los pacientes reciben el mejor tratamiento posible. Mi objetivo es que nadie debería morir con los dientes en un vaso de agua. No es una cuestión de estética, lo es de bienestar y de salud.
P. ¿Y hay muchos problemas?
R. Unos cuantos [ríe mientras muestra a la webcam un libro gordo como el tomo de una enciclopedia]. Como le dije, lo importante es la técnica, que es clave en los implantes. Por eso nunca me ha gustado la cirugía electrónica. Estas cosas hay que hacerlas a mano.
P. Tiene usted un centro especial, el de Bauru en Brasil.
R. Sí, pero ese no es un centro como los demás. Empezamos a trabajar ahí en 1992, y quedó inaugurado oficialmente en 1995. Es un sitio especial, porque ahí tratamos gente sin recursos, que no puede pagar.
P. ¿Por qué eligió un sitio tan extraño?
R. Fuimos de viaje y es una región donde hay muchos casos de fisura palatal. Ahí no hacemos solo implantes, sino que hacemos todo tipo de ortodoncias. Hemos tratado a unas 1.800 personas, y tenemos una lista de espera de unas 100. Pero dependemos de las donaciones para funcionar.
P. ¿Hay muchas diferencias entre los clientes de uno y otro país?
R. ¡Por supuesto! En Brasil son mucho más pobres, y hay mucho cáncer maxilofacial. Es donde están los pacientes más graves. Pero, en cambio, también son los más optimistas. Yo diría que ese carácter hace que curen mejor. En cambio, en Hollywood tenemos muchos pacientes, pero lo hacen por motivos estéticos. El país con más implantes por 10.000 habitantes, sin embargo, es Corea del Sur, con 250 anuales. Le siguen Italia (190) y España (170). En cambio en Francia y Estados Unidos la tasa es de 50.
P. ¿Y sabe por qué?
R. Puede ser porque en unos países son más cuidadosos o coquetos o, simplemente, porque comen peor y lo necesitan más. También influye el dinero, claro. Hay un poco de todo.
P. Ha sido dos veces candidato al Nobel. Imagino que siendo sueco a estas alturas es ya su mayor aspiración.
R. No se crea. La verdad es que da la casualidad de que la empresa con la que empecé a trabajar, a la que le compraba el titanio y que es la que fabrica los implantes pertenece al grupo Nobel, así que nos conocemos muy bien.

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sábado, 26 de julio de 2014

¿Por qué amarillean los dientes a pesar de cepillarlos a diario?


Con el paso del tiempo, el esmalte dental -es la capa más superficial del diente y, originalmente,  de un blanco traslúcido- se desgasta y va dejando ver la dentina -la parte interna-, que tiene un color amarillento. Aparte del factor tiempo, el siguiente motivo está en nuestros estilos de vida. 

En primer lugar, en los hábitos alimenticios: hay comidas y bebidas que tiñen nuestros dientes, como el café, el té, el vino, aderezos como el ketchup o el vinagre de Módena, y algunos refrescos que contienen taninos. 

También perjudican el brillo natural de nuestros dientes los cítricos (el limón es el más perjudicial), porque erosionan el esmalte y lo vuelven más poroso.

Otro hábito es el tabaco, sin duda el más nefasto de todos: además de los problemas de salud que provoca en nuestra boca y en el resto del organismo, mancha nuestros dientes con un tono amarillo a causa de dos componentes: nicotina y alquitrán.
Finalmente, una higiene dental deficiente acaba por hacer que la dentadura amarillee. Pero también influyen otros elementos, como el exceso de flúor durante la formación de los dientes. Por este motivo los niños deben usar unas pastas dentales específicas que contienen una concentración de flúor mucho menor. También los microtraumatismos que fracturan el esmalte pueden dejar a la vista la dentina y determinados fármacos, como las tetraciclinas, que se incorporan a la estructura mineral del diente y alteran su color natural dándole un tono amarillento, marronoso o grisáceo.

Una higiene dental correcta y usar dentífricos 
blanqueantes, no nos garantiza una blanca sonrisa

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martes, 22 de julio de 2014

El "Ratoncito Odón Pérez"




Según "Wikipedia", "el Ratoncito Pérez" es un personaje de leyenda muy popular entre los niños españoles e hispanoamericanos, al igual que el hada de los dientes en los países angloparlantes, cuando a un niño se le cae un diente lo coloca debajo de la almohada mientras duerme y, según la tradición, este personaje se lo cambia por un pequeño regalo o por monedas, siendo este último el caso más habitual.


Esta tradición es prácticamente universal aunque adopta diversas formas, según distintas culturas. Se le reconoce como "Ratoncito Pérez" en los países hispanohablantes, con la excepción de algunas regiones de México, Perú y Chile en donde se le llama "el Ratón de los dientes" y en Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia se le conoce simplemente por "el Ratón Pérez".

En Francia se le llama "la petite souris" ("Ratoncito"), en Italia y según zonas, se le conoce como "Topolino", "Topino" ("Ratoncito") o "Fatina" ("Hadita") y en los países anglosajones, este papel lo encarna la "Tooth Fairy" ("Hada de los dientes"). En Cataluña esta tarea es encomendada a "L'Angelet" ("El Angelito"), en el País Vasco, principalmente en Vizcaya, se encarga "Maritxu teilatukoa" ("Mari la del tejado") y en Cantabria es "L´Esquilu de los dientis" (La Ardilla de los dientes). En algunos lugares es tradición tirar los dientes de los niños a los tejados de las casas. Al Ratoncito Pérez originalmente no se le conocía más que por su apellido, pero hay algún cuento en el que se le ha llamado con el nombre de pila: Odón.


El origen más probable del ratoncito y su enlace con un hada proviene de un cuento francés del siglo XVIII de la baronesa d'Aulnoy: "La Bonne Petite Souris" (El Buen Ratoncito). Habla de un hada (llamada Daniela Camacho) que se transforma en un ratón para ayudar a derrotar a un malvado rey, ocultándose bajo la almohada del mismo, tras lo cual se le caen todos los dientes.


En España



El Padre Luis Coloma, Jesuita nacido en Jerez de la Frontera, describe así el encuentro del pequeño rey protagonista del cuento con el Ratón Pérez: "El rey niño Buby I colocó su diente debajo de la almohada, como es costumbre hacer, y esperó impaciente la llegada del ratoncito. Ya se había dormido cuando un suave roce lo despertó.". Todos conocemos la leyenda del Ratoncito Pérez incluso todos alguna vez hemos puesto con gran ilusión un diente debajo de la almohada esperando impacientes el regalo que este entrañable personaje nos hubiese dejado. Lo que no conocíamos era que este famoso ratoncito de autor anónimo y de tiempo inmemorable, tuviese un origen, un nombre y unos apellidos.


Desde el Palacio Real de Madrid, allá por 1894, pidieron al padre Coloma que escribiera un cuento cuando a Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, se le cayó un diente. Coloma lo presenta como un bonachón personaje que muestra al Rey Buby (apodo con que la Reina María Cristina llamaba a su hijo) las miserias de los pobres, antes de depositar un toisón de oro en su ilustre lecho.


El ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, en el corazón de Madrid, a unos cien metros del Palacio Real. El pequeño roedor se escapaba frecuentemente de su domicilio y, a través de las cañerías de la ciudad, llegaba a las habitaciones del pequeño Rey Buby (Alfonso XIII) y las de otros niños más pobres que habían perdido algún diente, despistando a los gatos, que siempre estaban al acecho.


Años después este ilustre personaje ha recibido un merecido reconocimiento, tras estar años y años llenando de ilusión los sueños de los más pequeños.

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domingo, 20 de julio de 2014

¿Sabes qué es la blancorexia ?


El mundo moderno no deja de sorprendernos por los diferentes comportamientos y extraños hábitos de las personas. Así, se habla ahora de la 

Blancorexia: la obsesión por tener los dientes blancos.



En principio, no habría mayor problema en el deseo natural de una persona por verse muy bien y por contar con una hermosa sonrisa. Pero sí habría que tener mucho cuidado, cuando dichas ansias se vuelven una preocupación desmedida, al punto de convertirse en una obsesión.

Es así como algunas personas llevan su voluntad por lucir los dientes extremadamente blancos al punto extremo y es allí cuando se habla de la Blancorexia: una condición que es estimulada sin dudas por lo que se puede ver en la televisión, el cine o la publicidad que emite un mensaje claro... los dientes blancos son de gente guapa y de éxito.


De dicho modo, se presentan diferentes trastornos que incluso pueden poner en riesgo la salud. Por ejemplo, existen personas que se dedican a probar cuanto producto existe en el mercado y a solicitar cuanto tratamiento dental se ofrece en los centros odontológicos, con el objetivo de lograr la máxima blancura para sus piezas dentales.
También se puede encontrar diferentes grados de frustración o depresión, cuando el "blancoréxico" está insatisfecho con el color de sus dientes y a la vez, la blancorexia puede ocasionar una interiorización errada respecto al verdadero color dental y así, puede darse el caso que el individuo que la padece visualice sus dientes con un tono diferente al que tiene en la realidad.
Dicha situación puede también llevar a las personas a visitar diferentes odontólogos y a engañarlos, para conseguir el blanco deseado. Así, pudiera darse el caso que se rehagan tratamientos dentales de blanqueamiento dental con una frecuencia indebida (mayor a la recomendada, que sería cada 5 años). Y es así como a la larga, puede debilitarse el esmalte de sus dientes, generarse indeseablemente cuadros de sensibilidad o dolor dental, daños a la pulpa dental y cambios en la percepción del sabor de los alimentos. O peor aún: que se generen problemas en las encías, por utilizar sin ningún control algunos productos de blanqueamiento dental de dudosa efectividad que se ofrecen en el mercado bajo la modalidad de venta libre.

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jueves, 17 de julio de 2014

Células madre de origen dental


La Odontología sigue aportando beneficios a la salud general de la población. En este caso, a través de una posibilidad maravillosa... la de generar en el laboratorio los diferentes tejidos y órganos dañados a partir de las células madre de origen dental.


 Desde hace unos años se viene investigando en la línea de obtener células madre de origen dental para la regeneración de otros tejidos corporales. Así, se calcula que dentro de 10 años será una alternativa viable, sobre todo para la regeneración de los tejidos de músculo, corazón, neuronas, cartílagos y huesos.




Esto permitiría aumentar unos diez años la expectativa de vida humana, por lo que distintos centros de investigación vienen trabajando para la obtención de células madre principalmente de los denominados dientes de leche (dentición primaria) y de las terceras molares (muelas del juicio). Se sabe que una muestra de células madre podría ser utilizada varias ocasiones por el mismo paciente y que esta podría servir también para familiares cercanos.



En algunos países (como en México) ya se está ofreciendo a la población la opción concreta de almacenar convenientemente dichas piezas dentales al ser extraídas y el proceso se valoriza en unos 1,000 $ unos 735 € por concepto de laboratorio y conservación.

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viernes, 11 de julio de 2014

Implantes dentales, ¿son todos iguales?


El tratamiento con implantes es la base sobre la que se pueden asentar coronas o prótesis, ejerciendo las funciones de raíz del diente; ya que están anclados en el hueso de los maxilares y rodeados por encía de manera similar a los dientes. Cuando el paciente ha elegido este tipo de tratamiento implantológico, pueden surgirle dudas: 

¿Por qué hay tantas diferencias en los presupuestos según el profesional que lo realice? 
¿Son todos los implantes iguales?
¿Qué tipo de implante que me van a poner?

Evolución
La Implantología oral comenzó a desarrollarse tras el hallazgo del cirujano sueco Per-Ingvar Branemark, quien constató que el titanio reaccionaba con el hueso, creando una unión física lo suficientemente importante como para soportar las fuerzas que se ejercían sobre el hueso. Los primeros implantes de titanio eran pequeños tornillos que se enroscaban al hueso. Posteriormente, se diseñaron implantes de titanio no roscados, que se colocaban impactándolos en el hueso (como si fueran clavos). Con el tiempo, se evidenció que fracasaban a largo plazo, y hoy en día prácticamente sólo se colocan implantes roscados.

Eficaz y seguro
Hoy en día, la mayoría de los implantes dentales que se utilizan siguen siendo de titanio, si bien en los últimos años se ha ido mejorando la calidad y estabilidad a largo plazo de este tratamiento. Entre las principales modificaciones y mejoras introducidas en los últimos años, se ha variado la morfología y cualidades de los implantes; así, de tener originalmente una superficie lisa, ahora la mayoría presentan microrrugosidades que aumentan la superficie de contacto entre el hueso y el implante y, además, se les aplica un tratamiento de superficie que hace que la unión implante-hueso, además de física, sea química.


Según Pedro Lázaro, Máster en Periodoncia por la Universidad Complutense de Madrid, «las diferencias entre unos implantes y otros radican, fundamentalmente, en la superficie del implante (que influirá en su comportamiento biológico) y en la precisión del ajuste de sus componentes, lo que facilita el manejo clínico y el comportamiento mecánico de las prótesis».

Aval científico

Para desarrollar estos cambios y mejoras en los implantes, las empresas han realizado numerosos trabajos, estudios e investigaciones en colaboración con los dentistas. Estos estudios a largo plazo son los que diferencian a unos implantes de otros y los que dan al profesional y, por ende, al paciente las garantías de que la marca o el tipo de implante que se utiliza es o no fiable.



Aunque todos los implantes comercializados cumplen unos requisitos mínimos para su correcto funcionamiento, avalado por la marca CE, el resultado final a medio y largo del tratamiento con implantes dentales depende de muchos factores. Uno son los implantes en sí, pero también desempeña un papel trascendental el clínico que los coloca y el experto que realiza la prótesis, así como el propio paciente y su salud periodontal. Las empresas de referencia que desarrollan este tipo de implantes basan sus principios en afirmaciones comprobables y comprobadas; antes de comercializar un nuevo producto o una modificación en sus productos ya existentes, por pequeña que sea, realizan pruebas in vitro e in vivo para asegurar la calidad, eficacia y seguridad del producto. Sin duda, en el tratamiento con implantes dentales es cierto aquello de que lo barato al final sale caro.

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miércoles, 9 de julio de 2014

Los corredores podrían sufrir un mayor riesgo de erosión dental y caries.

Aparte de las lesiones por una exposición excesiva al sol, correr es una de los deportes más completos desde un punto de vista de salud. Sin embargo, según una investigación que se publica en «Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports», los corredores podrían sufrir un mayor riesgo de erosión dental y de caries.
Un equipo de investigadores alemanes ha visto que los triatletas presentan una mayor erosión dental que los que no son atletas. Además, los investigadores hallaron que aquellos atletas que entrenan de forma regular semanalmente tenían más caries que los que entrenaron menos. «Es posible que el alto consumo de carbohidratos de los triatletas, bebidas deportivas, geles y barritas energéticas durante el entrenamiento, puede bajar el pH de los dientes por debajo del nivel crítico de 5,5», señala Cornelia Frese, autora del trabajo. Y ello, afirma, «puede provocar la erosión dental y caries». Además, añade, «los atletas respiran por la boca durante el ejercicio y la boca se seca produce menos saliva, que normalmente protege los dientes».
Frese, una habitual corredor de maratón, trabaja en el Departamento de Odontología del Hospital Universitario de Heidelberg (Alemania). Ella y su esposo, el triatleta Falko Friese, forman parte de un equipo que ha analizado la salud dental de 35 triatletas que entrenan casi 10 horas a la semana en deportes como el ciclismo, atletismo y natación. Los atletas fueron examinados para determinar su mayor nivel de caries y erosión dental. Además los investigadores también obtuvieron una prueba de saliva de los atletas en reposo y durante el ejercicio. Todos los resultados se compararon con un grupo control.
Ambos grupos tenía una media de edad de 36 años, pero los atletas tenían un índie de masa corporal (IMC) menor -se sabe que un IMC menor se correlaciona con muchos resultados positivos para la salud-.
Los investigadores descubrieron que el 46% de los atletas tomaba bebidas deportivas durante el entrenamiento, y el 51 por ciento de agua. Setenta y cuatro por ciento utilizaba geles o barras.
Los resultados de las distintas pruebas dentales revelaron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. El tipo de bebida deportiva consumido no estaba vinculado a las caries; sin embargo, hubo una diferencia altamente significativa en la erosión de los dientes, más frecuente en los atletas más activos.
En reposo, los miembros de los dos grupos tenían perfiles similares de saliva. Sin embargo, cuando comenzaron a hacer ejercicio, los atletas producen menos saliva y ésta era más ácida (es decir, pH inferior a 7). Además, el grado de acidez aumenta en relación al tiempo de ejercicio. La saliva, señalan los expertos, se considera importante para la buena salud dental.
Dientes y encías
«Con base en estos resultados se puede sugerir que el entrenamiento de resistencia tiene efectos perjudiciales sobre la salud oral», escriben los investigadores. Ahora bien, señalan desde la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), «la asociación establecida entre la actividad deportiva y la salud bucodental confirma, una vez más, como factores sistémicos, incluido el estilo de vida, puede repercutir en la salud de los dientes y la encías».
Aún así, advierten que «los resultados deben de ser interpretados con cautela, dado el limitado número de individuos analizados y la posibilidad de que factores de confusión estén afectando a la asociación detectada: estos factores, que no pueden ser controlados adecuadamente en estudios con pocos individuos, podría aportar explicaciones adicionales no contempladas en la explicación biológica aportada. Por ejemplo, el estrés al que están sometidos los deportistas de élite».
Hasta entonces, Friese cree que sería prudente cepillarse los dientes después de una carrera, sobre todo si ha consumido carbohidratos durante la carrera o después de ella.

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martes, 8 de julio de 2014

Primer Aniversario

Inauguramos hoy este BLOG tras un año de aventura empresarial y personal fantástica. 


El pasado día 7 de julio de 2014, celebramos nuestro PRIMER ANIVERSARIO, un sueño que llevaba mucho tiempo en nuestros corazones. e.dent odontología nace con el claro objetivo de devolverle a la odontología todo lo que nos ha dado, ¿cómo lo hacemos?, dignificando la profesión, atendiendo a cada paciente con dedicación, respetando sus tiempos y necesidades con profesionalidad y cariño, aportando calidad, compromiso, innovación y excelencia, pero sobretodo trabajando con el alma, cumpliendo las expectativas de cientos de pacientes que han depositado su confianza en nosotros y nos regalan cada día su mejor sonrisa.

Es por esto que nos encantaría agradeceros vuestra fidelidad con un regalo que ya podéis pasar a recoger por vuestra clínica de Maximiliano Thous, 35 en Valencia.



¡¡¡Estamos felices y queremos compartirlo contigo!!!



¡MUCHAS GRACIAS!

Nuestra web, no dudes en contactar con nosotros e.dent odontología

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